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Concentración y Meditación

La meditación es el único camino real para el logro de la libertad. Es una escalera misteriosa que lleva de la tierra al cielo, del error a la verdad, de la oscuridad a la luz, del dolor a la dicha, del desasosiego a la paz duradera, de la ignorancia al conocimiento, de la mortalidad a la inmortalidad.

Suami Sivananda

¿Quien soy yo? ¿Cuál es el propósito de mi existencia? ¿Por qué algunas personas parecen llevar una existencia más agradable que otras? ¿De donde vengo y adónde voy?.

Estas son las clásicas preguntas que prácticamente todo el mundo se hace alguna vez en su vida. Algunos se esfuerzan durante toda su existencia en tratar de hallar las respuestas. Otros cesan de buscar, o simplemente, dejan las cuestiones de lado, al ser absorbidos por la rutina y el acontecer de cada día. Pero hay otros que encuentran las respuestas y llenan sus vidas de plenitud y felicidad.

El sentido de la vida hay que encontrarlo sumergiéndose muy, muy profundamente en uno mismo. Sin embargo, los hombres, distraídos con los asuntos de la vida, rara vez se detienen un momento en sus ocupaciones para tomar conciencia de lo que ocurre en su interior. Apenas notan que su mente está siendo constantemente bombardeada por las percepciones de los sentidos. A menudo, las personas, hasta no llegar a una situación crítica de extrema desgracia, no se detienen a pensar en qué es lo que están haciendo con su vida.

La meditación es la práctica por medio de la cual se propicia una constante observación de la mente. Requiere un tiempo y un lugar que es preciso utilizar regularmente en la tarea específica de descubrir ese pozo infinito de sabiduría que hay en nuestro interior.

Meditando regularmente, la mente se hace más y más clara, y los motivos más y más puros. El subconsciente libera conocimiento escondido que permite comprender las formas en que cada uno se ata a sí mismo con sus hábitos diarios. Al ampliarse nuestra conciencia, nuestra relación con el mundo que nos rodea va cambiando. Finalmente, las fuerzas superconscientes, o intuitivas, se liberan, dando lugar a una vida de sabiduría y paz.

Quien medita regularmente desarrolla una personalidad magnética y dinámica. Aquellos que entran en contacto con él se ven influidos por su alegría, sus ojos lustrosos, su verbo poderoso, su cuerpo saludable y su energía inextinguible. 

Debemos entrenarnos despaciosa y gradualmente. La meditación no llega fácilmente. Los árboles crecen con lentitud. Hay que esperar la floración y la maduración del fruto antes de poder disfrutar de éste. La floración de la meditación es una paz inexpresable que impregna todo el ser. Su fruto es la dicha del estado de superconsciencia. Lograr este estado lleva tiempo, porque la mente es como un caballo salvaje que se resiste a todos los intentos de control. No es cuestión de un día o de años…No importa! El esfuerzo debe ser continuo. Iremos ganando terreno paso a paso, hasta que un día comenzaremos a sentir que tenemos posesiones “reales”, que nadie nos podrá quitar: la riqueza que ningún hombre nos podrá robar, la riqueza que nadie podrá destruir, la alegría que ningún dolor podrá jamás dañar.

Introducción

La concentración lleva a la meditación.

Aparentemente es tan fácil como fijar la mente en algún objeto interno o externo. Eso es concentración. Solo hay que practicarlo diariamente.

Para facilitar la práctica de la concentración, previamente es necesario purificar la mente por la práctica de la conducta correcta.

“La concentración sin la pureza mental carece de eficacia”. Podrás tener buena concentración pero fallará tu carácter. Llegará un punto en el que te estancarás. La perfección ética es sumamente importante como paso previo. Controla tus pasiones y deseos.

Una postura estable y la purificación del cuerpo y de los nadis por la práctica constante de Pranayama facilitará grandemente la concentración.

El control de los sentidos, la capacidad para “abstraerse” de los objetos facilitará también la concentración.

Síntesis: Una conducta correcta, práctica de posturas, la regulación de la respiración y la interiorización de los sentidos harán florecer la práctica de la concentración y meditación.

Hay dos clases de meditación:

  • Primero: Concentración concreta (Saguna Dhiana), con gunas, con atributos, es la meditación sobre una forma. Concéntrate en cualquier objeto que sea agradable a tu mente, la llama de una vela, tic-tac de un reloj… (es difícil al principio concentrar la mente en algo que no atraiga la atención).

En esta forma se medita en formas concretas como Krishna, Sita, Rama, Vishnu, Siva… utilizando los Mantras con Deidad, repitiéndolo con regularidad, a la vez que se piensa o visualizan los atributos de la deidad como Omnipotencia, omnipresencia, Pureza…

  • Mas adelante: Meditación abstracta (Nirguna Dhiana ), sin atributos. Elige algo sin forma para concentrarte, por ej. repite mentalmente OM o cualquier otro mantra sin cualidades o medita sobre una idea abstracta o sobre las cualidades del “Ser”. Aquí el meditador medita sobre su propio Ser… ¿Cómo?: Medita en OM y su significado con sentimiento. Repite mentalmente OM. Identifícate con el Ser. Siente: “Yo soy el todo penetrante Ser o Atman. Soy Sat-Chit-Ananda. Soy Sakshi o el testigo silencioso de los tres estados y de todas las modificaciones de la mente…”

Algunas de las cosas (serias) que se dicen sobre la concentración: La concentración purifica y calma las agitadas emociones, fortalece los pensamientos y clarifica las ideas. También ayuda a que las cosas materiales prosperen. La meditación mata todas las penas y sufrimientos. Es una escalera misteriosa que conecta la tierra con el cielo y conduce  al aspirante a la morada inmortal de Brahman. Como se ve los efectos son muy dispares y variopintos.

Practica meditación en Brama Muhurta, antes de la salida del sol, es un momento muy propicio cuando todo está en calma.

Siéntate con la espalda erguida en Padma, Siddha u otra postura cómoda y concéntrate.

Señales de éxito en la meditación: alegría, paciencia, mente tranquila, voz dulce, mente concentrada, sensación de ligereza en el cuerpo, ausencia de miedo, de deseos incontrolables, menor atracción por las cosas mundanas…

Primeras experiencias en la meditación: “Existe un lugar donde tú no oirás ningún sonido ni verás ningún color. Ese lugar es Param Dama o Param Anamaya (el asiento sin dolor). Este es el dominio de la Paz y Bienaventuranza. No hay conciencia corporal aquí. La mente encuentra reposo. Todos los deseos y anhelos desaparecen. Los Indriyas permanecen calmados. El intelecto deja de funcionar. No hay lucha ni disputa… Aquí la quietud reina solemne…

Suami Sivananda

Cosas que te ayudarán:

  • Olvida el cuerpo, olvida lo que te rodea, el olvido es el más elevado Sadhana, ayuda a la meditación
  • Retira la mente de los objetos de los sentidos
  • Practica regularmente a las mismas horas diariamente.

Empieza la práctica:

Siéntate ahora a meditar. Recoge todos los rayos de la mente y sumérgete internamente hasta el fondo, en los más profundos recesos de tu corazón. Abandona toda clase de miedos, cuidados, preocupaciones y ansiedades. Descansa en el océano del silencio. Disfruta de la eterna paz… Todas las limitaciones desaparecen. Si los deseos y los viejos anhelos tratan de moverse, destrúyelos con la vara de Viveka (discriminación) y la espada de Vairagya (desapego).

Conserva estas dos armas siempre contigo por algún tiempo hasta que consigas Brahma-Shiti (completo establecimiento en Atman).

Suami Sivananda

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