Yoga Blanes

Fragmentos de Enseñanzas

Fragmentos… que dan sentido a las prácticas y «alimentan» nuestro deseo de… ✨más Yoga✨

 

… encajándolos inteligentemente, muestran una DIRECCIÓN CLARA… unos PASOS CONCRETOS y ORDENADOS (vinyasa krama) que, poniéndolos en práctica, nos llevan «de la oscuridad a la LUZ, de la ignorancia al CONOCIMIENTO y de la mortalidad a la INMORTALIDAD» ✨

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… Queremos «hacer», dijo (G. Gurdjieff), pero en todo lo que hacemos estamos atados y limitados por la cantidad de energía producida por nuestro organismo. Cada función, cada estado, cada acción, cada pensamiento, cada emoción, requiere una energía , una substancia bien precisa…

«La respuesta a esta pregunta es que cada hombre normal tiene bastante energía para comenzar el trabajo sobre sí. Sólo es menester que con miras a un trabajo útil aprenda a economizar la energía de la cual dispone, y que la mayor parte del tiempo disipa por completo.»

10-julio-2022

… No existe la evolución mecánica. La evolución del hombre es la evolución de su conciencia. Y la “conciencia” no puede evolucionar inconscientemente. La evolución del hombre es la evolución de su voluntad, y la “voluntad” no puede evolucionar involuntariamente. La evolución del hombre es la evolución de su poder para “hacer”, y el “hacer” no puede ser el resultado de lo que “sucede”…

“…En todo lo que hacemos estamos atados y limitados por la cantidad de energía producida por nuestro organismo. Cada función, cada estado, cada acción, cada pensamiento, cada emoción, requiere una energía, una substancia precisa.

Si uno quiere “hacer” lo primero es aprender a economizar la energía de la cual dispone y que la mayor parte del tiempo disipa por completo.

La energía se gasta sobretodo en emociones inútiles y desagradables, en la espera ansiosa de cosas desagradables, posibles o imposibles, en malos humores, en prisas inútiles, nerviosismo, irritabilidad, imaginación, ensueño… La energía se desperdicia en la tensión inútil de los músculos fuera de toda proporción con el trabajo realizado; en la perpetua habladuría que absorbe una enorme cantidad de energía; en el “interés” que dedicamos sin cesar a las cosas que ocurren a nuestro alrededor o a las personas con las cuales no tenemos nada que hacer y que no merecen ni una mirada; en el constante desperdicio de la fuerza de “atención; etc, etc…

Al comenzar a luchar contra todos estos hábitos, un hombre ahorra una enorme cantidad de energía, y con la ayuda de esta energía puede emprender fácilmente el trabajo del estudio de sí y del perfeccionamiento de sí.

CONTINUARÁ…

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